Es la sigla de Sociedad Militar "Seguro de Vida", una institución mutualista creada (1901) con la siguiente misión: "Contribuir a mejorar la calidad de vida de todos aquellos que pertenezcan a las Fuerzas Armadas, Fuerzas de Seguridad y sus familiares, por medio de los servicios mutuales que ofrecemos, a lo largo de todo el país. Con las ventajas y accesibilidad que sólo Sociedad Militar "Seguro de Vida" puede generar por el espíritu mutualista que la guía en todas sus acciones, a través de uno de los valores más importantes que posee, su personal."
El mutualismo y la solidaridad
En la definición del Prof. Julio Olivera, la mutualidad es concebida como "una expresión concreta y orgánica de la previsión. En sus distintas formas se basa en la reciprocidad de servicios de modo que los riesgos, al repartirse sobre el mayor número de asociados, minimizan los efectos de cada uno de ellos". En el sistema mutual, la emergencia de una necesidad encuentra su respuesta en la ayuda mutua: el principio rector que moviliza hacia la satisfacción de la necesidad es la Solidaridad. Solidaridad es el fundamento del mutualismo. La creación de la Sociedad Militar "Seguro de Vida" es un buen ejemplo: a partir de la necesidad de dar respuesta a la emergencia, la organización solidaria se consolida contribuyendo a mejorar de manera permanente la calidad de vida de sus asociados (ver "SMSV Breve historia de la Institución"). En las instituciones mutuales, el aporte solidario se hace efectivo a través de la cuota social, que es aporte solidario en tanto y en cuanto no se realiza con la expectativa de recibir inmediatamente algo a cambio, sino que tiene por destino ayudar con bienes o servicios a quien los necesite: el aportante sabe que, en caso de necesitarlo, los aportes de los demás contribuirán en su oportunidad a resolver su problema.
La protección mutua, constante histórica de gran vigencia
Como institución, el mutualismo constituye el sistema social más antiguo. Tres mil años antes de Cristo, ya existían en las márgenes del Nilo sistemas de protección mutua para casos de catástrofe y se citan asociaciones de mercaderes palestinos que también en la Antigüedad se unían al efecto de proteger las caravanas y prestarse auxilio. Los ejemplos se multiplican y, ya en la Edad Media, interesa destacar emprendimientos de este tipo en España e Italia, entre otros. En el caso español, los denominados "montepíos"; el montepío era una caja que se constituía con aportes de los que practicaban el mismo oficio, para casos de invalidez y para atender las necesidades de viudas y huérfanos: fue el Gral. D. José de San Martín firme promotor de esta forma de asociación en el ámbito militar. En Italia alcanzaron importante desarrollo las sociedades de socorros mutuos que agrupaban a trabajadores de un mismo gremio. Y también en la Argentina, el mutualismo se desarrollaría ligado al trabajo y a los sectores de menos recursos, sobre la base de la nacionalidad y la agrupación de trabajadores por gremio. Estas asociaciones no sólo permitieron atender a las necesidades de sus integrantes, sino que fueron también importante factor de cohesión social. Entre las primeras mutuales en estas tierras: la Sociedad Francesa de Socorros Mutuos (1854) y la Sociedad de Socorros Mutuos San Crispín (calzado, 1856). Estas asociaciones sin fines de lucro para promover la protección de bienes o valores individuales por medio de la ayuda colectiva del grupo son hoy en nuestro país una realidad que no se puede pasar por alto si se tienen en cuenta el elevado número de mutuales existentes y la gran cantidad de asociados que recurren a los servicios prestados por ellas: a fines del año 2006, se informó que en la Argentina existían unas 4000 mutuales activas con aproximadamente 12 millones de personas asociadas. En un escenario recorrido por los conflictos sociales causados por la desigual distribución de la riqueza, el aporte de estas asociaciones como generadoras de puestos de trabajo resulta también insoslayable.